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Opinión

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“Crónica de un festejo patrio”

Yanet Cortéz nos envió un relato de los festejos del Bicentenario de la Revolución de Mayo en la ciudad de Plottier.
Darío Hernán Irigaray
Por Darío Hernán Irigaray

Sr. Director
Limay Noticias
Darío Hernán Irigaray

Era una de las primeras tardes lluviosas de otoño, en las ciudades del Alto Valle. Corrían los festejos por el Bicentenario de la Revolución de Mayo, y Plottier no se quedó atrás. En horas de la tarde, el centro de la localidad se vistió de celeste y blanco acompañado de muchas personas quienes participaron del acto.

Pasadas las 16 en Avenida San Martín (en aproximaciones a la Casa de la Cultura), se reunieron los abanderados de varias escuelas, bomberos, policía y vecinos de la ciudad. Comenzaba el desfile, y bajo una llovizna tenue la gente que se acercó voluntariamente, transportó hasta la Plaza de los Inmigrantes, una bandera argentina que medía cerca de 500 metros.

Al grito de “¡Viva la patria!” todas esas personas recorrieron desde el punto de partida mencionado, transitando la Avenida más importante de la ciudad, hasta el cruce con la calle Perito Moreno, un camino que tenía como final la inauguración de la réplica de la Pirámide de Mayo de Buenos Aires. Casi cinco cuadras caminando, en un día tan trascendental para el país y celebrado de distintas maneras en cada punto del mismo.

Una vez en la Plaza de los Inmigrantes, quienes llevaban la enorme bandera y los chicos que llevaban otras más pequeñas, sirvieron para rodear lo que fue el centro del evento. Frente al monumento se encontraba el intendente Sergio Gallia, autoridades de Plottier, los abanderados y los vecinos expectantes. Dicha escultura fue tallada por un conocido artista de Centenario. Además dijo presente Irma, quién entonó las estrofas del Himno Nacional Argentina y el Himno Neuquino, seguida por las voces de todos los concurrentes.

Mencionadas canciones patrias fueron proseguidas por un caluroso aplauso. Después el intendente de la localidad, dijo unas palabras alusivas a la fecha y a la actualidad de Plottier.

Terminado el discurso, todos se llegaron hacia el playón al lado del Salón de las Artes, donde los esperaba un grupo de chicos, jóvenes y ancianos que bailaron el pericón. Finalmente la gran bandera fue plegada cuidadosamente, y la gente invitada a tomar chocolate caliente con torta fritas en el CPEM Nº8 que se encuentra frente al lugar del acto.

Yanet Cortéz

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